Muchos alumnos de Bibliotecología son multidisciplnarios pues estudian también carreras como diseño gráfico, informática, ciencias de la salud, estadística, contabilidad y diversas ingenierías.
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Silvia Castillo Nieto
Artículo original en CAMTIC
Para algunos de quienes estudiábamos en la Universidad de Costa Rica (UCR) en la década de los años 80, elegir la carrera de bibliotecario era sinónimo de aburrimiento. ¿Quién querría ordenar libros en estantes el resto de su vida? En ese momento, no teníamos idea de la evolución que estaba experimentando esta especialidad y que transformaría a sus profesionales en científicos de la información.
Actualmente, además de las bibliotecas, los bibliotecólogos trabajan en unidades de investigación especializadas en entidades como bancos, cooperativas y empresas de diversas especialidades, y en arquitectura de información y minería de datos en compañías del sector de tecnologías digitales, entre muchos otros empleos de vanguardia.
El profesional en Bibliotecología y Ciencias de la Información, explica Ricardo Chinchilla, director de la Escuela de esta especialidad en la UCR, experimentó un movimiento natural hacia el manejo de la información en medios digitales.
Si bien es cierto la carrera existe desde 1968, fue en 1978 cuando se consolidaron una serie de modificaciones para formar profesionales en Ciencias de la Información, se modifica el título que se otorgaba y el plan de estudios. Los cambios continuaron y en 1989 el Departamento de Bibliotecología se transforma en la Escuela de Bibliotecología y Ciencias de la información (EBCI), donde se imparte dos énfasis: uno en Bibliotecas Educativas y otro en Ciencias de la Información.
La última modificación al plan de estudio ocurrió en el 2014. Desde los primeros años de la carrera, los estudiantes reciben lecciones sobre estructura de base de datos, programación, gestión de proyectos informáticos, redes de datos, gestión de la información en entornos virtuales, estudios métricos de la información y métodos cualitativos y cuantitativos, entre otras.
En un mundo donde las decisiones se deben tomar en pocos minutos y dependen de información veraz y precisa, la labor de estos profesionales es procesarla, analizarla y entregarla a quienes deben decidir.
Una de las cosas que nuestros estudiantes aprenden es que un bibliotecólogo no es un custodio de libros, sino que es un científico de la información. La tecnología está inmersa en todo lo que hacemos”, – detalló el profesor Rolando Herrera.
No es casualidad tampoco que Chinchilla y Herrera sean profesionales en ambas carreras: informática y bibliotecología, y que los alumnos sean multidisciplinarios pues muchos estudian también carreras como diseño gráfico, informática, ciencias de la salud, estadística, contabilidad y diversas ingenierías.
Con el mundo de las tecnologías nosotros queremos tender puentes, entre el profesional de la bibliotecología, de la informática y de las ciencias de la comunicación”, – afirmó Herrera.
Por ejemplo, cuentan cómo en ocasiones el informático desconoce conceptos sobre el tratamiento de la información como Dublin Core, MARC (del inglés: MAchine-Readable Cataloging), RDA, o web semántica, mientras que el bibliotecólogo ignora otros como Apache o servidor web. “Ahora estamos logrando que se entiendan”, destacó Herrera.
La arquitectura de la información es uno de los sectores donde los bibliotecólogos intervienen pues son quienes llevan a cabo la investigación sobre cuáles son los flujos de información. Con ese insumo se lleva a cabo posteriormente el diseño gráfico de los portales.
Actualmente tienen proyectos de investigación en minería de texto y de datos, y en sistemas de información geográfica, entre otros, así como proyectos finales de graduación en auditoría y arquitectura de información, Big Data y Datos Abiertos.
El director de la EBCI, Ricardo Chinchilla, recibió en el 2014 el certificado como primera unidad académica completamente migrada a software libre.
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La Escuela de Bibliotecología y Ciencias de la Información (EBCI) fue la primera Unidad Académica de la Universidad de Costa Rica (en el 2014) migrada completamente a software libre. Además, desde julio del 2015 el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES) acreditó las carreras de bachillerato en ambos énfasis y la Licenciatura en Bibliotecología y Ciencias de la Información, que se imparten en la sede Rodrigo Facio.
El laboratorio y docentes de la EBCI utilizan Linux Ubuntu como sistema operativo; programas especializados como Tema Tres, Dspace, OpenBiblio y Koha en la automatización de unidades de información.
La escuela ha creado repositorios de información, con licencias abiertas como Creative Commons y promueve el software libre entre las comunidades del país que cuentan con bibliotecas lo que permite una automatización más barata de los procesos.
Carrera se imparte en 4 universidades
En Costa Rica hay cuatro universidades que imparten esta carrera: la UCR, la Universidad Estatal a Distancia (UNED), la Universidad Nacional y la Universidad Autónoma de Centroamérica (UACA).
La UCR ofrece dos énfasis, uno en Bibliotecas Educativas y otro en Ciencias de la Información. La UNED imparte la carrera de Bibliotecología y Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación, y Bibliotecología, Bibliotecas Educativas y Centros de Recursos para el Aprendizaje.
La Escuela de Bibliotecología, Documentación e Información (EBDI) de la UNA ofrece dos carreras: Bibliotecología Pedagógica y Bibliotecología y Documentación, esta última con dos énfasis que son Tecnologías de la Información y la Comunicación y Gestión de Información. La UACA imparte la carrera de Bibliotecología.
La carrera de la UCR, según estudios del Consejo Nacional de Rectores (Conare), tiene un 100% de ocupación y actualmente cuentan con 700 estudiantes empadronados.