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Mensaje de la señora Decana de la Facultad de Educación en el Día del educador y educadora costarricense, Dra. Guiselle M. Garbanzo Vargas

No hay sociedad que avance prescindiendo de las sendas de la educación, la educación es el principal tesoro e instrumento con que cuentan las naciones para aspirar a su desarrollo sostenible, buscando la plenitud del ser humano desde su integralidad. Costa Rica, no es la misma desde que un ejército de educadores se insertó en su vida cotidiana a lo largo de todo el país, lo hicieron abrazando a una nación, que gracias a su educación inició su transitar en busca del bien común. Gracias a las y los educadores costarricenses, podemos disfrutar hoy de nuestro desarrollo democrático bajo un Estado de Derecho, que viene a ser el cimiento de las bases sobre la cual descansa la convivencia entre nuestros pueblos, y solo mediante la educación se afianzan dichos cimientos, para nunca claudicar de estos principios que vienen a guiar el designio de la nación.

En el contexto de la celebración del día de la Confraternidad del Educador Costarricense; fecha conmemorativa en honor a quienes han servido al país en la formación de las personas, y a quienes aún continúan en este camino y a las generaciones que acuden a las aulas universitarias para cristalizar su proceso formativo en el campo de la educación, les extiendo un reconocimiento a la labor tan loable que llevan a cabo día a día, desde esta nuestra emblemática Facultad de Educación.

Como reconocimiento a esta labor, es que mediante Decreto Ejecutivo N. 9 firmado el 21 de noviembre de 1963, se declara el 23 de noviembre como el día de la confraternidad del educador costarricense, mismo decreto que establece el día del maestro, reflejando la importancia, que tiene el campo educativo en la sociedad; por su tarea de brindar apoyo, cultura y conocimiento en busca del desarrollo de la población mediante el ejercicio de la docencia.

Mi reconocimiento a todo el personal docente de nuestra querida Facultad de Educación, que, gracias a su profesionalismo con altos valores éticos, puede Costa Rica seguir teniendo esperanza de una mejor sociedad. Mi tributo a todos ustedes, que mediante su esfuerzo desde las áreas sustantivas de la Universidad: la acción social, la docencia y la investigación emprenden la labor más noble y digna que puede tener una sociedad, porque solo mediante el trabajo de cada uno de las y los educadores podemos disfrutar de un crecimiento social sostenible y de la búsqueda de la plenitud de las personas. Gracias a la labor, que ustedes dignamente llevan a cabo hay esperanza a lo largo del territorio de nuestro país, para recibir una educación de calidad y lograr el desarrollo social el cual los costarricenses anhelan y merecen alcanzar.

Un reconocimiento a nuestras unidades académicas por la formación de los profesionales en el campo de la educación, les insto a seguir por este camino; para que el temor para abrirse hacia nuevos desafíos se traduzca en ilusión para responder a las demandas emergentes, que la sociedad globalizada exige en forma constante y compleja y que el país alberga la esperanza en cada uno de ustedes como miembros de la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica.

Así, exhorto a todos y todas las destacados docentes de esta Facultad, a seguir entregando su máximo esfuerzo como lo han hecho hasta hoy, luchando desde su trabajo académico por una mejor sociedad para todos, donde las asimetrías sociales puedan reducirse cada día, de manera que no se limite a nadie del derecho de la educación. Sabemos que son los docentes a quienes la sociedad les entregó la tarea más sublime: la formación de las personas; tarea que merece nuestro máximo esfuerzo bajo los principios de los valores y la ética, que caracterizan a nuestros profesionales de esta Facultad acordes con la idiosincrasia democrática que rige nuestra nación. 

La educación es la mejor herramienta de transformación social, de manera que ser docente es tener la oportunidad de contribuir al cambio en la sociedad. Nuestra labor en educación es indispensable para que la humanidad pueda avanzar hacia ideales de paz, libertad y justicia social. En este día debemos sentirnos orgullosos de nuestra profesión y del aporte que a diario se brinda a cada una de las personas que de una u otra forma agradecen a un educador o educadora lo que hoy son como seres humanos.

 

 

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Dra. Guiselle M. Garbanzo Vargas  
Decana Facultad de Educación UCR